El nadador australiano Ian Thorpe puso fin hoy, a los 24 años, a su primera vida, la que ha transcurrido dentro del agua.

Cinco medallas de oro olímpicas y 22 récords mundiales después, Thorpe está desmotivado. "Soy joven para aceptar otros otros retos", señaló en su despedida.

Thorpe sale del medio en el que se movía como un torpedo, guiado por dos atletas de las talla 52. Ha sido precoz en todo: nadador desde los cinco años, campeón mundial a los 15 y campeón olímpico, por partida triple, a los 17, derrotando en los relevos de Sidney 2000 al intocable equipo norteamericano que comandaba Gary Hall Jr.

Cuatro años después, en los Juegos de Atenas 2004, nadó y venció en la final de 200 libres, una prueba única, batiendo a Michael Pelps y a Van de Hoogenband. "Nadar a su lado es hacerlo junto a una centrifugadora, levanta olas", dijo éste último del australiano.

Thorpe siempre fue afortunado y hasta la mala memoria -que le hizo olvidar su cámara- le impidió entrar en la Torre Norte del World Trade Center un 11 de septiembre de 2001. Ahora, ha decidido que quiere ser periodista.

Y pensar que a los cuatro años nadaba sin metar la cabeza dentro del agua porque tenía alergia al cloro...